viernes, 5 de julio de 2013

IN LOVING MEMORY. Los cementerios británicos en Huelva



El patrimonio cultural lo conforman los bienes culturales que la historia ha legado a una sociedad, de carácter tangible e intangible. El patrimonio tangible es la expresión de las culturas a través de grandes realizaciones materiales. A su vez se puede clasificar en Mueble e Inmueble, comprendiendo el primero los objetos arqueológicos, históricos, artísticos, religiosos y/o folklóricos, que constituyen colecciones importantes para las ciencias, la historia del arte y la conservación de la diversidad cultural de un país.
El patrimonio cultural no se limita a las creaciones materiales. Existen sociedades que han concentrado su saber y sus técnicas, así como la memoria de sus antepasados, en la tradición oral. La noción de patrimonio intangible o inmaterial, prácticamente coincide con la de cultura, entendida en sentido amplio como “el conjunto de rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales”.
Los cementerios son parte de nuestro patrimonio material, por sus obras, esculturas, inscripciones, y hasta su planificación urbanística. Asimismo, los cementerios son parte de nuestro patrimonio inmaterial, de nuestra realidad antropológica, siendo el soporte del entorno que rodea las costumbres y los hábitos relacionados con la muerte.
De acuerdo a esta escala, el cementerio es el reflejo de la ciudad o del pueblo donde se expresa una manera de abordar las conductas individuales y colectivas de una sociedad. Un cementerio se convierte, por tanto, en una evidencia material que refleja las formas de organización, el sistema de relaciones, las costumbres, las creencias, los valores puestos en juego que esa sociedad adopta y expresa para su desarrollo cotidiano. Es común que los cementerios se constituyan en un “olvido” al momento de nombrar los hitos patrimoniales de una ciudad, pero como dijo Mario Benedetti, “el olvido está lleno de memoria”.
Tengo que decir, que en la Historia de Huelva, es la primera vez que me encuentro con un trabajo de esta índole, donde su autora relata, describe y data uno de los elementos más olvidados cuando hablamos de la historia minera de nuestra provincia, los cementerios británicos, tan íntimamente ligados a las grandes compañías mineras que impulsaron el resurgir de la minería a finales del siglo XIX.
Este libro hay que considerarlo como una parte más de dicha historia, una faceta nunca antes descrita de la cultura británica que aún persiste, en mejores o peores condiciones, en nuestra provincia y, que debe ser objeto de preservación y conservación por quién corresponda.
“In Loving Memory” es la inscripción generalizada que aparece en la mayoría de ellos, como símbolo de la perduración en la memoria de una faceta histórica correspondiente a una cultura diferente y atípica a la nuestra, pero que siempre ha sabido conservar sus raíces, cuya autora describe de manera sutil y documentada referente a los tres enclaves: Riotinto, Tharsis y Huelva.

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